¡Por poco olvido el blog! Una disculpa, con tantas cosas que hago se me va la onda.
Esta semana se llevó a cabo el congreso del centro de ciencias económicas y administrativas. Quiero contarles de ello porque me ha sorprendido.
Toda la semana no tuve clases formalmente dado que debíamos asistir a las conferencias y talleres del congreso. Aunque no tuve clases sí estuve realizando proyectos y adelantando tareas. En fin, el congreso fue una grata experiencia para mí porque los conferencistas eran personas distinguidas del país en áreas económicas-administrativas, algunos otros eran conferencistas internacionales. La organización del congreso me pareció excelente. La dinámica que más me gustó fue el maratón de conocimientos, de hecho participé en él. Consistía en un equipo por carrera del centro de ciencias económicas y administrativas donde en el auditorio se proyectaban las preguntas e incisos posibles de respuestas y se contaba con 15 segundos para responder; cada carrera tenía su turno de responder. A través de un software se introducía el área de la pregunta (finanzas, economía, turismo, contabilidad, etc.) y el número de pregunta que una persona en una urna al azar sacaba ambas (el área y el número de pregunta). Eran 2 rondas con 5 preguntas para cada carrera, donde iban sumando puntos hasta conocer al ganador.
Les platico también que por fin terminé mis primeros parciales. Por otro lado, les comento del proyecto que les tenía en secreto jaja estoy realizando unas capsulas sobre la alfabetización emocional que serán emitidas en radio. Si quieren conocer del tema, la primera emisión se realiza el 3 de octubre de 2019 a las 10:30 a.m. Les avisaré cada vez que salga una nueva capsula, por lo que no olviden estar atentos. Se transmitirá en www.radio.uaa.mx.
Hasta ahora toda esta experiencia de movilidad ha sido enriquecedora. A veces es agridulce porque si bien he aprendido muchísimas cosas, no puedo negar que uno extraña a su raza ¿no?
Les cuento que otra vez me perdí, pero esta vez en un grado más alto jaja. Fui a León, Gto. a presentar mi proyecto sobre la alfabetización emocional a una preparatoria y cuando regresé a Aguascalientes para regresar al lugar donde estoy viviendo tomé el camión equivocado. Lo peor del asunto es que me di cuenta como 30 minutos tarde de que ese no era el camión indicado y además no tenía pila en mi celular. Bajé del camión y eran como las 9:40 p.m. Y ahí me ven asustada, sin pila y nadie que pudiera ayudarme porque ni si quiera me podían localizar. Le pedí a una señora de un puesto si me permitía su cargador. Después pude llamar a un uber. El punto de esta historia es que sean mas cuidadosos jajaja.
Creo que es todo por ahora. Nos vemos.